¡Han llegado! ¡Están aquí! Una receta de las que rechupeteais hasta la última migaja porque está de muerte lenta!!! Si os gustan los rollos de canela tradicionales, creedme, estos os van a volver locos, porque la zanahoria integrada en la masa les da una jugosidad bestial! Y sin enrollarme mucho más allá vamos con los ingredientes!!
Ingredientes para llenar una bandeja de unos 30x20 cm:
- Para la masa:
- 350 gr de harina de fuerza.
- 1 sobre y medio de levadura seca de panadero.
- 150 gr de zanahoria rallada.
- 1 huevo L.
- 1 pizca de sal.
- 50 gr de mantequilla.
- 80 mL de leche.
- 60 gr de azúcar.
- Para el relleno:
- Mantequilla al gusto.
- Azúcar moreno al gusto.
- Canela.
- Nuez (opcional)
- Para el glaseado:
- 80 gr de queso tipo philadelphia
- Azúcar glass
- Leche
Bueno remangaros que toca pringarse! En primer lugar vamos a hacer la masa. Ponemos en un cazo la mantequilla, la leche, el azúcar y la sal y calentamos hasta que se haya fundido pero cuidado que no rompa a hervir.
Mezclamos la harina y la levadura seca de panadero en un bol a parte.
Colocamos la mezcla del cazo en el bol de la batidora e incorporamos el huevo sin dejar de batir hasta que esté perfectamente mezclado.
Echamos ahora la zanahoria rallada, y solo cuando esté bien incorporada a la mezcla vamos a cambiar la varilla por el gancho amasador e iremos añadiendo la harina poco a poco.
Vamos a amasar (bien a mano o bien en la máquina con el gancho amasador) hasta que consigamos una masa suave, que no se pegue a los dedos y que no se rompa al estirarla, lo cual le costará un buen rato.
Una vez consigamos esta masa, hacemos una bola con ella y la llevamos a un bol limpio y engrasado para dejarla reposar a temperatura ambiente. El tiempo de reposado depende de la temperatura que tengáis en casa principalmente, alejad la masa de corrientes y temperaturas frías. A mí me costó que doblara su volumen unas 2 horas.
Una vez haya hecho este primer levado, vamos a estirar la masa con el rodillo, dándole una forma rectangular.
Preparamos nuestra mezcla para el relleno, derritiendo la mantequilla para poder extenderla sobre toda la masa. Cuando extendáis la mantequilla tened cuidado de no llegar justo hasta el borde para poder pegar bien el final del rollo. Sobre la mantequilla, vamos a poner el azúcar moreno mezclado con la canela (yo puse unas 2 cucharaditas y media porque me pirra la canela). Podéis incorporar de manera opcional unas cuantas nueces picadas en el relleno.
Enrollamos con cuidado (el eje del rollo es longitudinal) y pegamos el final del rollo para que luego no se nos abra mucho durante la cocción.
Cortamos los rollos, de unos 3 cm de grosor y los vamos colocando sobre la bandeja previamente engrasada. Tenemos que dejar levar los rollos una segunda vez, hasta que hayan doblado de nuevo su volumen (por ello ten cuidado y no los apretujes mucho cuando colocas los rollos en la bandeja).
Yo opté por hacer también un par de rollos individuales, para que veáis que esta posibilidad también es posible y es mucho más cómoda si pensáis repartir entre la familia o amigos!
Cuando hayan doblado el volumen los llevamos al horno previamente precalentado a 180º y los dejamos cocer unos 30 minutos, que veáis que están doraditos y hechos por debajo.
Una vez saquemos los rollos del horno, vamos a glasearlos. Preparamos nuestro glaseado mezclando el queso con un chorrito de leche y con azúcar glass al gusto. Lo mejor es ir probando para ver cómo de dulce os gusta el glaseado. En cuanto lo tengamos lo ponemos sobre los rollitos aún calientes.
Dejamos enfriar un poco (más que nada por no abrasarnos la boca) y a hincarle el diente a estos maravillosos carrot cinnamon rolls!
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