La receta la saqué del libro de Bea Roque "Apasiónate por la repostería", regalito de mi hermana de hace un par de años.
Bueno aquí van los ingredientes!
Para la base:
- 250 gr de galletas tipo digestive.
- 100-120 gr de mantequilla derretida.
Para el relleno:
- 150 gr de azúcar blanco.
- 25 gr de harina de maíz.
- 700 gr queso tipo Philadelphia.
- 5 huevos XL (+ 73 gr).
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
- 150 ml nata líquida.
- 150 gr nata fresca (crème fraîche).
- 1/2 cucharadita de sal.
- 1 cucharadita de ralladura de limón (Bea le echa solo media, pero a mí me encanta el saborcito que le da el limón!).
Primero vamos a hacer la base de la tarta. Para ello vamos a machacar las galletas o triturarlas con la trituradora hasta que no quede ningún trozo de galleta grande. Mezclamos las galletas pulverizadas con la mantequilla hasta que consigamos una pasta homogénea. Yo le puse algo más de 100 gr de mantequilla (que es lo que ponía en la receta original) para que me quedara la mezcla más ligada.
Untamos nuestro molde desmoldable (¡importante!) con spray antidesmoldante y colocando papel de horno en la base y a continuación echamos nuestra mezcla de galleta y mantequilla. La distribuimos con los dedos hasta lograr una capa del mismo grosor en todo el molde.
Ahora es el turno de nuestro maravillosa crema de queso!
Lo primero que vamos a hacer es separar las claras de las yemas, y vamos a montar las claras a punto de nieve junto con la cucharadita de sal. Reservaremos esta primera mezcla.
En un bol grandote vamos a batir el azúcar con la harina de maíz hasta que quede todo bien mezclado. A continuación incorporamos todo el queso tipo Philadelphia y batimos a velocidad baja hasta obtener una crema homogénea.
Una vez tengamos la mezcla sin grumos, añadimos la crème fraîche y la nata líquida y volvemos a batir hasta tener una crema de nuevo totalmente homogénea y suave.
Una a una vamos a añadir nuestras yemas que teníamos previamente separadas. No incorporamos una yema hasta que la anterior no está totalmente integrada. Añadimos también la ralladura de limón y el extracto de vainilla y batimos de nuevo.
Con una espátula vamos a ir incorporando suavemente las claras a punto de nieve que teníamos reservadas a esta crema de queso. Hay que hacerlo muy suavemente para no quitarle aire a la mezcla. Mezclamos hasta que se haya incorporado totalmente.
Sacamos nuestra base de galleta del frigorífico y untamos la pared del molde con mantequilla para que no se nos quede pegada luego la mezcla de queso. Vertemos la crema de queso sobre la base, no os preocupéis si llega casi al borde ya que esta mezcla apenas sube en el horno.
Con el horno previamente precalentado a 160º metemos nuestro molde sobre una rejilla y dejamos que se cocine 80 minutos.
Transcurridos los 80 minutos, apagamos el horno y dejamos que repose nuestra tarta dentro del horno sin abrir 2 horas, y luego otra hora más a temperatura ambiente fuera del horno.
Una vez pasado todo este tiempo y cuando ya esta atemperada, la tenemos que refrigerar al menos 6 horas.
Finalmente, una vez fría podemos desmoldar nuestra tarta!! De verdad que aunque requiera algo de tiempo por tanto tener que esperar...merece la pena TOTALMENTE! A continuación os dejo un pequeño reportaje fotográfico porque quedo tan espectacular que no paraba de hacerle fotos!
Podéis añadirle como yo una fina capa de mermelada (en mi caso de arándanos) y hacer que lo bueno sea todavía mejor si cabe!
Aquí mi cara de felicidad en el trabajo viendo como les había gustado la súper cheesecake a todas las compis!
Espero que probéis a hacerla y que me contéis qué tal os ha salido! Ahora a buscar una receta nueva para poder compartirla!
1 comentario:
Pienso hacerla!!! Qué pintaza!!
Publicar un comentario